Profecía, ¿por qué es importante?
¿Alguna vez ha escuchado a las personas hablar de «profecías»? A algunas personas les encanta este tema, pero otras creen que es innecesario y, bueno, «difícil de digerir». Esto es gracioso, ya que dos famosos profetas bíblicos, Ezequiel y Juan, recibieron instrucciones de comer un pergamino para luego decirle a otros lo que estaba escrito en él. Ezequiel dijo que el pergamino sabía dulce. Para Juan, el pergamino comenzó siendo dulce como la miel, pero se volvió amargo en su estómago. ¿Por qué la profecía sería dulce para una persona y haría que a otra le doliera el estómago? Y, de todos modos, ¿quién se comería un libro?
Primero, resaltemos algunos principios básicos. ¿Qué es la profecía y por qué es importante? Un profeta es alguien elegido por Dios para compartir un mensaje de instrucción o advertencia, o para predecir algo. ‘Profecía’ es el nombre dado a este mensaje. La Biblia contiene muchas profecías, y algunas de ellas están en lugares inesperados. Solo en el Salmo 22, hay al menos 14 profecías sobre la crucifixión de Jesús, y cada una de ellas se ha cumplido. ¡Qué dulces profecías! Nos enseñan que podemos confiar plenamente en la Palabra de Dios. Como David exclamó: «¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca» (Sal 119:103).
Luego están las profecías tipo «guau», como la profecía de los pozos de agua. Puede leer la historia en 2 Reyes 3:16-24. Joram, rey de Israel, y sus aliados viajaron siete días a través del desierto en su camino a la batalla contra el rey de Moab. Sin embargo, encontraron que no había agua para las tropas ni para los animales. ¿Y ahora? El profeta Eliseo vino a regañadientes al rescate y compartió el plan de acción de Dios. ¡Hagan hoyos por todo el valle! Para probar que esto no era una coincidencia, Dios dijo que no habría viento ni lluvia, sino que el valle se llenaría de suficiente agua para todas las personas y animales. «Ah, y también te daré la victoria sobre los moabitas», dijo. El valle se llenó de agua, tal como Dios había prometido, y los moabitas fueron derrotados por una ilusión óptica. ¡Guau!
¿Qué hay de la profecía que predijo que un gobernante llamado Ciro ayudaría a rescatar al pueblo de Dios de su cautiverio en Babilonia, más de 100 años antes de que eso sucediera? (Ver Isaías 44 y 45.) ¡Guau! Las excavaciones en Babilonia en el 1800 llevaron al descubrimiento de un barril de arcilla, conocido como el Cilindro de Ciro, que confirmó la historia bíblica[1].
Otros escritos proféticos parecen ser algo confusos y están escritos en una especie de lenguaje codificado. Daniel, Isaías, Ezequiel y Juan, quien escribió el Apocalipsis, tuvieron visiones en las que vieron imágenes, sonidos y símbolos extraños. Piense en ruedas llameantes, bestias de cuatro cabezas o saltamontes gigantes con dientes de león. Suena interesante, pero no para aquellos que suelen tener pesadillas.
¿Miedo o esperanza?
Dios definitivamente no quiere asustarnos. La Biblia dice: «No temas» y «No tengas miedo».[2] Entonces, ¿por qué todos estos símbolos extraños y aterradores? Bueno, ¿qué pasaría si fueras un general de cuatro estrellas y quisieras transmitir un mensaje muy importante a través de las líneas enemigas a algunos prisioneros para contarles sobre una operación de rescate, una que los salvaría de una muerte segura? Escribir en lenguaje codificado tiene mucho sentido durante una guerra. ¡Jóvenes amigos, estamos en una guerra épica! Y eso nos lleva a la segunda mitad de nuestra pregunta inicial. ¿Por qué es importante la profecía?
La profecía no es sólo para predecir el futuro y mostrar que la Palabra de Dios es confiable. El propósito principal de la profecía es ayudarlo a conocer al Dios de la creación, que tiene bajo su control al futuro y quiere que usted viva con él para siempre. Él lo ama tanto que dio su vida para salvarlo. ¡Qué dulces palabras! El estudio de las profecías también conduce a decisiones difíciles, porque revelan trampas deshonestas que Satanás pone en nuestro camino. Las profecías son a menudo una advertencia sonora: ¡Atención! ¡Destrucción al frente!
A través de la profecía, Jesús nos está llamando a cambiar y a alejarnos del pecado que nos destruirá. Un estudio honesto de las profecías afecta la vida de las personas: o las acerca a Jesús o las aleja. Las palabras de Dios son dulces cuando las aceptamos plenamente, dejando que nos cambien. Al mismo tiempo, puede ser un proceso doloroso y algo amargo.
No, no necesita comer ningún libro. ¡Pero pruebe y vea que el Señor es bueno! Esto significa leer la Palabra de Dios, orar y confiar en él en cada decisión. Dios promete que, si lee, escucha y toma sus palabras en serio, será bendecido, ahora y para siempre.
Este texto fue publicado originalmente en Adventist World.