Los buenos hábitos y un estilo de vida saludable mejoran las tasas de mortalidad de los hombres
En todo el mundo, los hombres tienen las tasas más altas de morbilidad y mortalidad en comparación con las mujeres. Según la Organización Panamericana de la Salud, los hombres tienen más probabilidades de morir antes de cumplir los 70 años, ya que el 52 % de fallecimientos por enfermedades no transmisibles en el mundo son de hombres, con problemas como diabetes y otras enfermedades crónicas. Además, la probabilidad de morir por cardiopatías isquémicas es 75% mayor en los hombres que en las mujeres.
Sin embargo, la buena noticia es que la mayoría de estas causas de muerte en los hombres están relacionadas al estilo de vida y los hábitos que practican. Y eso se puede cambiar y mejorar sólo con disposición y la motivación correcta. Por ejemplo, se sabe que la obesidad y la diabetes están directamente relacionadas con el tabaquismo, la mala alimentación, el exceso de consumo de alcohol y la falta de ejercicio. Adoptar buenos hábitos como la temperancia, tener una alimentación saludable, realizar actividad física o practicar algún deporte disminuirá el riesgo de padecer esas enfermedades y mejorará, notablemente, la calidad de vida de los hombres.
Para Reninger López, personal trainer y preparador físico con 20 años de experiencia trabajando en gimnasios y ahora como independiente, la diferencia en el cuidado de la salud física entre hombres y mujeres es notoria. En su caso, el 80% de sus clientes son mujeres y sólo un 20% hombres. Sin embargo, enfatiza en la importancia del estilo de vida para mejorar en todos los ámbitos.
Actualmente, Reninger tiene 48 años, no tiene problemas de salud, ni padece enfermedades crónicas, es muy activo y tiene energía suficiente para trabajar, disfrutar de su familia y participar de las actividades de su iglesia. Está casado con Karla Novella, con quien tiene 2 hijos, Joaquín de 5 años y Michela de 11 meses. Él atribuye su condición física y buena salud a un conjunto de hábitos y buenas prácticas que viene trabajando hace años y que comparte en la siguiente entrevista.
¿Desde cuándo comenzaste a cuidar tu salud y qué te motivó a hacerlo?
Empecé a cuidar mi salud desde los 17 años. Primero, lo que me motivó a tener una vida saludable fue que me veía bien físicamente y mis amigos me decían: ¡Oye que bien te ves! Comencé haciendo calistenia, no tenía dinero para el gimnasio así que me iba a un parque tempranito, 5:30 de la mañana, y entrenaba entre 1 hora y media y 2 horas. Y todo el mundo pensaba que estaba en el gimnasio. Recuerdo que en la calle se me acercaban a preguntarme en qué gimnasio estaba y qué tipo de ejercicios practicaba. Y eso me fue motivando hasta hacer varios tipos de ejercicios todos los días. Comencé a hacer atletismo, surf, artes marciales, me metí en todo, menos fútbol. Y me motivó mucho porque comencé a sentirme muy saludable y lo vi como una oportunidad, entonces empecé a cuidar mi cuerpo, dormir temprano, no tomar alcohol, no vicios y así.
Ahora, mi mayor motivación son mis hijos porque quiero verlos crecer, acompañarlos en sus aventuras y por mí mismo también. Quiero envejecer saludablemente. Todos vamos a llegar a ancianos, pero yo quiero llegar bien, moviéndome, siendo independiente. Como un cliente que tengo, que tiene 92 años y es súper independiente, hace pesas, está activo, tiene una plantación de paltas, las exporta y está súper lúcido. Y el ejercicio ayuda en eso, porque cuando una persona no hace ejercicios va perdiendo neuronas. Por eso vemos algunas personas mayores que tienen movimientos torpes y en realidad eso no debería ser así. Porque hay estudios que indican que cuando haces ejercicios tus neuronas van regenerándose y se van conectando más y más y van revirtiendo ese envejecimiento en el cerebro.
¿Cuáles son los cuidados que tienes para mantenerte saludable?
Primero, espiritualmente, estudio la Biblia y trato de tener una buena relación con Dios. Segundo, ejercicios. Tercero, comer saludablemente. Además, tener una buena relación con mi familia. Eso me ayuda a estar motivado para hacer ejercicios, es una bendición. Ahora me cuidado más con los alimentos, porque con más de 40 años tengo que cuidarme más porque el metabolismo cambia. A partir de los 30 o 32 años, tienes que pelear con el metabolismo, porque ya todo va en picada, vienen la pérdida de músculos, el aumento de masa adiposa, todo eso. Entonces tenemos que ser más conscientes a partir de esas edades.
¿Qué rutina de ejercicios realizas? ¿Cuántas veces a la semana te ejercitas?
Yo realizo actividad física entre 6 a 8 horas por mi trabajo y entreno 45 minutos 5 veces por semana. 3 veces a la semana hago entrenamiento de fuerza, ósea con pesas. Y 2 veces por semana hago entrenamiento de alta intensidad para cardio y acelerar el metabolismo. El entrenamiento de fuerza ayuda mucho a que no pierdas músculo porque fisiológicamente se comienzan a lacerar o a romper las fibras y ahí vienen células nuevas. Entonces se podría decir que el entrenamiento de fuerza sirve mucho para regenerar tu tejido celular en los músculos. Quiere decir que reviertes el envejecimiento. Se podría decir que es una fórmula para ser más longevo y estar saludable. Y el entrenamiento de alta intensidad es para que tu metabolismo siga quemando más grasa y ayudar a que tu corazón esté siempre en óptimas condiciones. Es una buena combinación.
Y sobre los controles médicos, ¿cada cuánto tiempo los realizas?
Cada año me hago lo básico, exámenes de sangre para ver el colesterol, la glucosa, etc. El tema de medir la presión y en hombres también que es muy importante el tema de la próstata.
¿Por qué es importante realizar chequeos médicos generales cada cierto tiempo? y ¿qué recomendaciones sobre esto les das a los hombres que van a comenzar a realizar actividad física?
Las recomendaciones que siempre doy es que se realicen al menos los exámenes más básicos de sangre una vez al año. En hombres ir al urólogo, no tenerle miedo. Por ejemplo, mis entrenados ya tienen su cronograma para hacerse chequeos. Cuando tengo una persona con sobrepeso, la envío al endocrinólogo para hacerse un chequeo de insulina y ver cómo podemos atacar eso con un programa. Y sobre todo si tienen un estilo de vida sedentario, si son conscientes de que no hacen ejercicios, comen mal, etc. con más razón deben tener controles médicos periódicos.
Sobre tu alimentación, ¿qué tipo de dieta llevas? ¿cuáles son los cuidados alimenticios que tienes?
Mi tipo de dieta actualmente es bastante proteína, nada de harinas refinadas. Consumo bastantes grasas naturales, como palta, aceite de coco, oleaginosas, frutos secos. Como mi actividad es de bastante gasto calórico, necesito más energía. Además, no consumo azúcar, alimentos ultra procesados, alcohol, tabaco, ni nada de gaseosas.
De tu estilo de vida en general, ¿qué otros hábitos practicas y consideras importantes para cuidar tu salud integral, además del ejercicio, la dieta equilibrada y los controles médicos?
Trato de dormir bien, intento dormir por lo menos 7 horas entre semana y los fines de semana 8 horas. Hago una siesta de 20 minutos que es primordial para activarme de nuevo. Durante los descansos que tengo en el trabajo, voy a un parque y camino descalzo sobre la tierra, me encanta escuchar el canto de los pajaritos, recibir el aire fresco, ver los árboles de cerca, me conecta mucho con Dios. Con mi hijo, siempre buscamos un parque para ir a jugar un rato por eso también me cuido mucho para poder pasar tiempo de calidad con mis hijos, para tener energía para jugar con ellos. Y eso me ayuda un montón, el hecho de desconectarme de mi rutina, de los quehaceres del día a día, como ir a un parque para tener contacto con la naturaleza y de paso tomar sol. No necesitas salir de la ciudad, pero eso ayuda mucho para después volver con energía a trabajar. Juego mucho con mis hijos, me gusta estar en familia, también ayuda mucho eso de relacionarse, tener un tiempo de calidad en familia, eso te ayuda a volver al trabajo con fuerza y optimismo.
¿Por qué es importante que cuides tu salud integral? y ¿cómo influyen estos cuidados en tu calidad de vida?
Yo creo que es importante primero cuidar lo que Dios nos ha dado para administrar. Dios nos ha dado un cuerpo perfecto. El cuerpo humano ha sido diseñado con una ingeniería impresionante. Yo me maravillo de eso. Por ejemplo, cuando estudiaba fisiología del ejercicio, entender qué pasa en tu cuerpo cuando te ejercitas, con tus emociones durante el ejercicio, es impresionante lo que Dios ha hecho. Y primero es importante cuidar lo que Dios nos ha dado, cuidar tu cuerpo, no sólo el físico sino también lo espiritual, tu mente, tus emociones y cuando todo eso está equilibrado y en buenas condiciones, las enfermedades se alejan. Además, si tú te cuidas, no te enfermas y por ende no gastas en medicamentos, eres más productivo, tienes más energía, estás más lúcido. No sólo mejoras tu aspecto físico, te ves mejor, sino que cuidas tu economía, rindes más, disfrutas más de tus seres queridos y relacionamientos y puedes adorar mejor a Dios, porque tienes mayor disposición.
¿Qué consejos le darías a los hombres para que cuiden su salud física, mental y espiritual?
Primero, tener una buena relación con Dios. Segundo, hacer ejercicio, actividad física que eso salva vidas, es un remedio natural. Tercero, cuidar lo que consumes, por algo se dice eres lo que comes. No exagerar, ni comer en exceso porque normalmente nosotros los hombres somos más comelones, que es natural porque tenemos un metabolismo rápido, pero hay que ser inteligentes al comer. Tomar mucha agua, mantenerse bien hidratados durante la rutina de ejercicios. Y también si tienen familia, tratar de tener una buena relación familiar. No tenerle miedo a los controles médicos porque cuanto más te chequeas estás más tranquilo porque vas viendo cómo estás tu cuerpo y si haces ejercicio, vas a tener un impacto muy grande en tu salud y vas a poder ver esos resultados en los controles médicos. Filtrar los que vemos, escuchamos, que lo que entre por nuestros sentidos sean cosas que nos ayuden a mejorar como personas.
Y en cuanto al ejercicio, lo que siempre recomiendo a clientes que me decían “yo sólo voy a durar un mes.” Empiecen realizando actividad física 2 veces por semana, no necesitan ir al gimnasio o hacer 1 hora de ejercicios. Hay programas de entrenamiento que puedes hacer en 15 minutos. Está comprobado que si haces un entrenamiento medio intenso por 15 minutos ya cambia tu cuerpo. Una vez que el cuerpo crea el hábito, ya te pide un tercer día y ahí vas aumentando. Lo ideal es practicar ejercicios, mínimo 3 veces a la semana. Yo recomendaría empezar con tiempos cortos de 15 a 20 minutos para que vayan rompiendo esa inercia y el cuerpo se vaya acostumbrando y creando el hábito. Por eso, no hay excusa porque ahora hay programas para hacer en casa. Si no tienen la costumbre de hacer ejercicios inicien de menos a más.
Escrito por: Karol Lazo
Fuente original: adventistas.org/es