Cómo la lucha por el control de Internet afecta la libertad religiosa
Vivimos en un mundo en que la libertad religiosa y la de expresión reciben ataque y represión constantes. Y en lo digital no es diferente. De los más de 4 mil millones y medio de personas que tienen acceso a Internet:
- El 76% vive en países donde los individuos fueron detenidos o presos por publicar contenido sobre cuestiones políticas, sociales o religiosas.
- El 69% vive en países donde las autoridades emplearon comentaristas de gobierno para manipular las discusiones en línea.
- El 64% vive en países donde el contenido político, social o religioso fue bloqueado en línea.
- El 51% vive en países donde el acceso a plataformas de medios sociales fue temporaria o permanentemente restringido.
- El 44% vive en países donde las autoridades desconectaron Internet o las redes móviles, generalmente por motivos políticos.[1]
El tema de la libertad religiosa en las redes sociales es una cuestión bastante compleja, y las perspectivas sobre el tema pueden variar. Existe una dinámica de poder, como un cable de guerra de tres puntas, que genera tensión entre el poder público, el poder privado y la sociedad civil.
Generalmente, el poder público argumenta que las empresas de tecnología no respetan las leyes de privacidad del usuario, no respetan las leyes del país, manipulan las informaciones y no colaboran con las autoridades locales en la investigación de crímenes, por ejemplo.
Por otro lado, las empresas de tecnología replican con la acusación de que los gobiernos amenazan la democracia al querer limitar y controlar lo que circula en Internet, además de monitorear la vida de los ciudadanos, especialmente de los disidentes políticos.
Y del lado más frágil está el usuario de Internet y redes sociales, la víctima principal de esa disputa de poder, que tiene manipulada su noción de realidad, la privacidad invadida y la libertad digital monitoreada o controlada.
Amenaza a la libertad religiosa en las redes sociales
La libertad religiosa en las redes sociales se refiere al derecho de los individuos de expresar y practicar su religión en línea sin discriminación o restricciones injustas. Las redes sociales desempeñan un papel significativo en la diseminación de informaciones e ideas, lo que permite que las personas compartan sus creencias y se conecten con otras de manera virtual.
La libertad religiosa en las redes sociales es una extensión de la libertad de expresión garantizada por muchas Constituciones y Declaraciones de Derechos Humanos alrededor del mundo.
A pesar de eso, han surgido algunos casos polémicos que involucran la libertad religiosa en las redes sociales, como la exclusión de contenido religioso considerado ofensivo o la censura de opiniones religiosas divergentes por parte de gobiernos y empresas de tecnología.
Big techs y la libertad religiosa
Las principales empresas de tecnología conocidas hoy como «Big techs» son entidades extremamente poderosas con la capacidad de influenciar el ecosistema de informaciones digitales y controlar cómo llegan al público las informaciones, incluso el discurso religioso.
La mayoría de las empresas de tecnología reivindica el poder unilateral de prohibir grupos religiosos porque defienden puntos de vista protegidos por la Constitución, pero que no son compartidos por la empresa.[2]
Por ejemplo, algunas de esas compañías se reservan el derecho de expulsar de sus plataformas individuos y organizaciones que no apoyen el matrimonio homosexual, que se opongan al aborto, que cuestionen el transgenerismo o defiendan cualquier otra creencia que esté en desuso cultural o político en Silicon Valley.
En contrapartida, las empresas de tecnología argumentan que sus acciones están motivadas por la necesidad de mantener los modelos de la comunidad, evitar la diseminación de desinformación y proteger a los usuarios de contenido perjudicial, y cohibir el discurso de odio, la discriminación y el extremismo, que también pueden afectar negativamente a las comunidades religiosas.
El gobierno y la libertad de expresión
El poder de las empresas de tecnología ha amenazado la influencia de los gobiernos sobre sus propios ciudadanos.
Un número cada vez mayor de gobiernos está afirmando su autoridad sobre las empresas de tecnología, muchas veces forzándolas a cumplir la censura y la vigilancia en línea. Esos desarrollos contribuyen a un ataque sin precedentes a la libertad de expresión en línea, haciendo que la libertad global en Internet disminuyera por 12º año consecutivo, según el informe de Freedom on the Net 2022.[3]
De acuerdo con ese informe, el escenario global cambió drásticamente en dirección a una mayor intervención gubernamental en la esfera digital. De los setenta países cubiertos por ese informe, un total de 47 adoptaron medidas legales o administrativas contra empresas de tecnología. Aunque algunas de esas medidas reflejen intentos legítimos de mitigar los daños en línea, controlar el uso indebido de datos o acabar con prácticas de mercado manipuladoras, muchas leyes nuevas impusieron censura excesivamente amplia. Las actividades en línea de los usuarios ahora son moderadas y monitoreadas con un alcance mayor.
El resultado de eso es que en el 2022 más gobiernos atraparon a usuarios por discursos políticos, sociales o religiosos no violentos. Las autoridades suspendieron el ingreso a Internet en por lo menos veinte países y veintiún gobiernos bloquearon el acceso a plataformas de medios sociales, en la mayoría de las veces durante períodos de tumultos políticos, como protestas y elecciones. Se sospecha que en 2021 las autoridades de por lo menos 45 países obtuvieron spyware sofisticado o tecnología de extracción de datos de proveedores privados.[4]
A medida que la represión digital se intensifica y se expande a más países, es comprensible que los usuarios no tengan confianza de que las iniciativas gubernamentales para regular Internet llevarán a una mayor protección de sus derechos.[5]
Compromiso con nuestra misión
El profeta Daniel habla de un tiempo de angustia para el pueblo de Dios en el que muchos serán purificados y probados (Daniel 12:10). La escritora Elena de White también afirma que “Vendrá un momento en que, a causa de nuestra defensa de la verdad bíblica, seremos tratados como traidores” (Joyas de los Testimonios, t. 3, p. 45).
No podemos decir que ya llegamos al auge de ese tiempo, pero es posible notar que los ángeles de Apocalipsis 7:1 están reteniendo los vientos de las contiendas. Según Elena de White, “Esto señala el trabajo que ahora debemos hacer, a saber, clamar a Dios para que los ángeles detengan los cuatro vientos hasta que sean enviados misioneros a todas partes del mundo” (Eventos de los últimos días, p. 109).
Las dificultades y limitaciones que están surgiendo en Internet en todo el mundo señalan un cambio en el campo de la libertad religiosa. Pero, en vez de aterrorizarnos y desanimarnos, debemos esforzarnos más usando toda la tecnología que esté a nuestro alcance para compartir el evangelio con más personas.
Escrito por: Carlos Magalhães
Fuente original: adventistas.org/es